Día mágico entre las antiguas piedras del Círculo de Avebury…

Queridos amigos,
Buenos, dulces y mágicos días…

Este fin de semana ha sido muy especial, tanto como viene sucediendo desde que comenzó el proceso de la iniciativa consciente que abre a las personas las puertas de Ávalon.
Seguimos gozando la Vida y fluyendo, viendo como los milagros se desarrollan sin cesar y la magia no deja de fluir alrededor, por, dentro, fuera… en cualquier lugar a donde miremos…
Se refleja en las personas que nos acompañaran a este viaje, en como se van desarrollando los suyos hasta que por fin pongan un pie en esta tierra, sus idas y venidas, sus podré o no podré, sus miedos, sus anhelos, sus regalos… Todos compartidos desde el AMOR mágico y sin condiciones con el que los habitantes de la Isla nos están acogiendo a todos, haciendo que este Proyecto fluya, haciendo magia a cada paso que damos y con cada persona que nos encontramos…
Son los primeros pasos hacía un viaje llamado, no por casualidad…

«Ávalon te abre sus puertas»….

Éste sábado volvimos a Avebury, un mágico lugar en el que hay un círculo de piedras espectacular.con más de 5000 años de antigüedad,
que necesitas «ver a vista de pájaro» para poder observarlo con claridad y totalidad…

Fue parte de la magia encontrar justo la línea energética que lo enlaza con Stonehenge, con la Iglesia de San Juan Bautista, dónde está el laberinto y el Espino Sagrado de José de Arimatea, con la Tor, entre otros lugares…
Fue… potente sentirlo, pero aun lo fue más cuando siguiendo la línea encontramos una piedra, solitaria, a la que nadie hacia caso y que nos indicaron que era un lugar exacto por dónde cruzaba esta línea de poder, en la que alguna personita había dibujado runas, de abundancia, de amor… y desde donde realizamos un pequeño descanso y sacando nuestro «Cuaderno de Bitácoras» que siempre nos acompaña… esperamos a ver que nos «contaba» el lugar…

Fue mágico «escuchar» cómo nos iban desgranando parte de la historia del lugar que pisábamos en esos momentos…
del sitio de sanación que durante largo tiempo hizo que las personas afluyeran a aquel lugar en busca de sabiduría, consuelo y también amor…
El lugar nos dio la bienvenida ya que acudíamos a él en busca de respuestas si eran posibles, pero con el ánimo de compartir la información recibida, con el amor que nace de trasmitir a otras personas lo escuchado en el viento, en los árboles, en las piedras milenarias, la información que a bien tuvieran a darnos los druidas y las druidesas que hicieron de este lugar fuera un refugio lleno de esperanza y amor, antes de que el tiempo y los hombres, lo cambiara…

«Sois bienvenidos una vez más… así como las personas que os acompañen, los puros y limpios de corazón, los que su alma recuerda el lugar habitado hace tiempo y los que aun no recuerdan pero sienten que estuvieron, el peregrino que viene con los «ojos abiertos de su Ser para ver más allá de lo que la vista alcanza»…, para hacer un descanso, para «hacer» un comienzo, para hacer lo que vino a hacer para completar su historia…
Tá fáilte romhat!

Que las bendiciones os colmen, que la dicha os llene y que vuestro caminar esté lleno de luz de la «Lámpara que nunca se apaga»…

Dia dhuit a anamchara… Is grá liom thú…

Con cariño infinito siempre… A y A