EL RENACER DE LOS ANCESTROS

Queridos hermanos y hermanas de camino, una vez más queremos compartir con vosotros una hermosa Ceremonia de Transición que tuvimos el honor de intervenir hace unos días… Se trataba de un Renacer, uno de niño a hombre, pero manteniendo la ilusión, las ganas de vivir y la transparencia que se ve en los ojos de un infante cuándo las cosas nuevas llegan a su vida y son la primera vez que las ven… Eso me hizo maravillarme de un hermoso árbol, acompañado de dos hermanos que también, a la par de la Ceremonia, renacían… Esto era «El Renacer de los Ancestros».   Estuvimos en un Sagrado lugar, rodeados de Druidas y Sacerdotisas que nos acompañaron en tan vital experiencia a la vez que llamábamos a los elementos para que desde la tierra que pisábamos, esa Sabiduría Ancestral que nos recorría, pudiese hacerse física y sentirla en cada poro de nuestra piel, en cada milímetro de cadena de ADN que nos hacía volver al lugar del que proveníamos hace ya tanto tiempo… El elemento aire que en ese momento se movía, nos aportó el poder expresar lo que sentimos, ya que Él, es el encargado del pensamiento y la palabra, nos aconseja e inspira para que nuestros pensamientos se hagan físicos y reales, para que nuestras «ideas» se hagan uno en el espacio y tiempo que vivimos, y hacerlo uno con el todo.

Mantuvimos el elemento Agua vivo, sentados junto a un antiguo arroyo, que daba subsistencia a cuánto se mantenía a su alrededor… plantas, pequeños peces y animalitos, además de vigor y savia a las personas que allí vivían, honrado su presencia con agua pura y cristalina de manantial, recordando que este elemento aporta tanto a nuestra existencia, cómo la propia vida, ya que nuestro cuerpo, al igual que el Sagrado Planeta que nos acoge, está prácticamente hecho de este elemento en grado primordial, elemento pránico dador vida…

Honramos al elemento Tierra, descalzándonos y tocando la Sagrada Tierra en la que estábamos con nuestros pies, canalizando la energía que allí se encuentra, alrededor de la Piedra Sagrada, y sintiendo cómo sus poderosas fuerzas telúricas  recorrian nuestro cuerpo y hacían vibrar todas nuestras células, recargándolas de información y sabiduría…

El elemento fuego fue representado por el encendido de un incienso de Dragón para darle el respeto a la energía que se movía en esos momentos con nosotros…

Fue maravilloso ver cómo las personas se llegaban hasta donde estábamos, a contemplar tan majestuosa ceremonia, algunos con respeto, otros no tanto, pero en esta vida ya sabemos que todos tenemos un lugar y un camino por recorrer en el que todos somos bienvenidos.    Cómo los niños se acercaban sin temor y con curiosidad, disfrutando de las ofrendas que dejamos en los Árboles Sagrados que nos protegían y acunaban, que nos hacían llegar la información con el susurrar de sus hojas, y cómo disfrutaban de los globos de colores que pusimos al alcance de todos para honrar la alegría, la felicidad y el ser un Uno con el Todo Sagrado, al ver como el Femenino y el Masculino se complementaban, necesitaban y cooperaban, en un devenir que no termina nunca, como así nos recuerda nuestro querido Rey Arthur y el amado Merlyn con su Proyecto Arturo, en un fluido símbolo infinito, en los símbolos escritos en la tierra que el tiempo ha sido incapaz de borrar…  Así paso el día, y esta Bendita Ceremonia de Transición, dónde el Árbol Sagrado que nos cobijaba, con sus ramas dando las nuevas yemas nos recordaba como nada tiene fin y cómo poco a poco todo vuelve a la vida…

Que las Bendiciones de esta Mítica y Mágica Tierra, os acompañen por siempre… Con amor infinito y sabiendo que pertenecemos y agradecemos por ello… Hasta pronto, A&A.