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La experiencia de sentir Egipto
- 2 julio, 2019
- Publicado por: adminavalon
- Categoría: Cartas desde Ávalon
Queridos amigos, amigas, hermanos de camino…
Una vez más queríamos compartir una hermosa experiencia que hemos vivido desde el amor más profundo y las ganas de compartir lo experienciado y lo sentído en una tierra mítica como es Egipto, tierra que necesitábamos visitar para «recordar» y «recoger» información que teníamos pendiente para poder completar nuestra misión en esta Sagrada Isla de Ávalon y ver cómo al final todos los puntos se unen y conectan, para encontrar la claridad de lo que es, fue y será… Comencemos…
Los amaneceres, los aromas, las risas de los niños que se bañaban a la orilla del río y que te gritaban adios con la alegría y la sorpresa reflejada en sus caras cuándo todos desde la cubierta les decíamos adiós con el amor que ellos nos daban, sin condiciones, y del que no te quedaba más remedio que contestar con el alma elevada al sentírlo vibrar dentro de ti y devolverlo del mismo modo… La llamada al rezo desde las atalayas de los minaretes que sonaban a su hora y se expandía en el espacio con ese sonido que va más allá del tiempo, sintiendo que también te llamaban a ti, para conectarte con tu espíritu, con tu parte más primigenia, la que desde una tierra cómo Egipto hace despertar en tu consciencia… , el eco de lo que ya viviste y ahora tienes el privilegio de rememorar… por algo descubrimos algo más adelante, que la palabra árabe «minar» significa en realidad «faro», porque en siglos pasados era frecuente la colocación de luces en los minaretes para orientar a los viajeros hacia la ciudad, y eso sentíamos en la paz del Nilo, cuándo no sentías más que el aíre cálido que te envolvía, la paz del mágico atardecer que te llevaba a Isis, a Sejmet, a Osiris… y como no… a casa. Se pueden tener más de una casa a la vez?… Os podemos asegurar que sí, porque mientras que mires al cielo y sepas en tu interior que sigues avanzando, que la vida es mucho más de lo que nos contaron al principio, que todo está en tu interior, que la magia está en tu mirada y no en dónde te puedan decir los demás que mires, que siempre hay un nuevo día para seguir creciendo, conociéndote y re-conociéndote, sabiendo quién eres y hacia dónde vas, te haces consciente de lo minúsculo y mayúsculo que eres en un sólo ser, en una única persona, cuánto puedes encontrar en Ti si sigues buscando sin miedo y atentos, como siempre, para poder ver con «Ojos nuevos»como nuestro gran hermano nos recuerda en su maravilloso libro, lo que la vida nos ofrece…
El amacer cuándo aun se ve la luna, el todo en Uno en el maravilloso Templo de Philae, rodeado del amor y del Espíritu de la Diosa que nos acompañó durante toda la visita, en la forma que en este caso, yo personalmente, pude reconocer y abrazar físicamente, a la par que Agustín… Y al mirarme a los ojos en ese mágico instante y ver que él sintió como yo esa fuerte conexión que nos volvío a unir a través del tiempo y el espacio en Abu Simbel… La entrega que recibimos de la «Piedra Azul» y que traímos de vuelta a Ávalon para que compartirémos en las nuevas Ceremonías que realizarémos con nuestros hermanos y hermanas de camino, con las experiéncias vivídas, con el amor compartído y cómo no, con el Re- nacer de éste nuevo camino que hoy comenzamos…
Bienvenidos a este nuevo comienzo, al que llegamos hoy de nuevo, después de nuestro baño y bautizo en el Nilo, dónde dejamos lo que nos sobraba para poder estar más ligueros de equipaje, para que nuestros pasos sean más livianos a la hora de poder seguir realizando nuestro camino, ese que un día, hace ahora ya casi cuatro benditos años, nos hicieron llegar a través de esa personita tan mágica y especial para nosotros y a quién agradecemos a través de estas palabras su amor infinito, al igual que queremos agradecer a nuestro hermano de camino que apareció hace poquito y que desde entonces hemos compartido tanto… Gracias Xavier por haber hecho posible este sueño que ya duraba mucho y que era necesario hacerlo real, por las enseñanzas compartidas durante este maravilloso viaje y cómo no, por esa «varita» mágica que apareció una noche en la cubierta del barco, Recuerdas?…
Que el Amor en mayúsculas os envuelva hermanas y hermanos, que las bendiciones os colmen, y recordad, que desde ésta Mítica tierra de Ávalon, envolvemos en aroma a manzanas a todas y cada una de las almitas que han pasado y aparecido por nuestras vidas y como no… a las que seguirán apareciendo… Que la magia os acune mientras vuestro corazón así lo anhele… Con amor infinito, siempre… A&A